* Análisis de muletillas solicitadas

'Pues...'
Me escribe Silvana: Hola! Soy brasileña e vivo en Madrid hace 8 meses. Mi marido es español e siempre me corrige por que utilizo “pues” en el comienzo de las frase cuando hablo con las personas. ¿Que puedo hacer para dejar esa muletilla?
Pues… la verdad es que no sé. Tendría que preguntarte si cuando hablas en brasileiro la utilizas también, esa u otra semejante. Si es así, puede ser más difícil. Si no, tal vez es que aún te asusta un poco hablar castellano, lógicamente, y te apoyas en esa muletilla. Nada grave. Yo creo entonces que se te irá pasando a medida que te vayas soltando con el idioma. Y dile a tu marido no te corrija tanto. Al fin y al cabo, estás aprendiendo. También puedes intentar pillarle a él con otra muletilla y descubrir que todos tenemos muchos fallos en el lenguaje.

‘En estos momentos...’
Carmen I. C. me dice: La frase o muletilla a ser analizada es "en estos momentos". Es utilizada por una Trabajadora Social cuando analiza problemas conductuales. En media hora de conversación he contado 23 de ellos.
La verdad, Carmen, es que una expresión que se dice 23 veces en media hora sí puede considerarse una muletilla. Es imposible y está fuera de toda ética psicológica, sin conocer a una persona, caracterizarla por una muletilla. Puedo hacer, como siempre, unas observaciones, que a lo mejor te cuadran o a lo mejor no. Seguramente esta persona intenta no pillarse los dedos haciendo afirmaciones tajantes, intemporales, dogmáticas. Al incluir la variable tiempo en sus consideraciones tiene la amabilidad y, para mí, el buen criterio de conceder a la persona que analiza la posibilidad de cambiar en el futuro o de haberse comportado de otra manera en el pasado. Parece que cuida mucho este aspecto: en sus observaciones o juicios sobre la conducta de alguien pretende  no sentenciarlo para siempre, sino resaltar el efecto de las circunstancias que están influyendo en su vida 'en estos momentos'. Quizá, si tanto lo repite, es porque le importa mucho dejar eso claro. Yo le recomendaría que, en lugar de repetir siempre esa frase, utilizase además otras expresiones similares: 'en las condiciones actuales', 'en estas circunstancias', 'en la actualidad', 'en el momento presente'...

  ‘Por lo tanto en este caso…’
A. M. hace la siguiente consulta: Hola, estoy estudiando una oposición del grupo A1 que exige examen oral. Al cantar temas no me doy cuenta pero digo muchas muletillas tales como "por lo que corresponde", o "por lo tanto en este caso"... Gracias.
El asunto de las oposiciones se me escapa. No tengo mucha experiencia, sólo he tenido un par de conocidos metidos en ese tinglado. Debe de ser apabullante. Por lo tanto, el control de los nervios en una situación en la que te juegas tanto, dependiendo de tu memoria y de tu capacidad de expresión oral, debe de ser una tarea descomunal. Yo diría que esas muletillas que citas me parecen un recurso válido para tomarte tiempo para organizar las ideas que tienes que exponer. Si lo que ocurre es que repites mucho esas dos, que no están mal desde el punto de vista gramatical o sintáctico, la solución es que hagas colección de expresiones similares o sinónimas y las tengas disponibles en la recámara de tu memoria para que no hagas tantas repeticiones. Tienes un montón: “Así pues”, “En relación a esto”, “Dicho lo cual”, “En cuanto al asunto de” “Teniendo esto en cuenta”, “Según lo anteriormente dicho”… Y hay muchas más. Apréndetelas y úsalas a conveniencia.


'eeee...', 'yyyy...'

Laura me pide ayuda urgente. El motivo de este correo es pedir ayuda para un asunto que me tiene realmente preocupada. Uso mucho la muletilla eeee, iiiiii, ooo; a qué es debido esto, qué puedo hacer, pero por favor sobre todo cuál es la causa.
Podría poner millones de ejemplos porque es continuo su uso de estas vocales, meto estas muletillas a veces cada cinco segundos de conversación y si no uso esas muletillas concretamente, utilizo el resto de las vocales alargando así las palabras que al final contengan la vocal.Ejemplo: para decir la frase "Qué os parece si vamos al cine; me enteré que la sesión empezaría a las 20:00 h, pero podríamos ir a otra hora y si queréis  yo puedo sacar las entradas o bueno que las saque otro", yo la diría del siguiente modo: " Eeee… qué os parece si vamos al cine; eee… me enteré que la sesión empezaría a las 20:00 h, perooo… podríamos ir a otra hora yyyy… si queréis  yo puedoooo sacar las entradas, ooo… bueno que las saque otro.” Así se produce continuamente el alargamiento continuo de mis palabras y el uso de la eee, yyy, tanto alargando las palabras terminadas en e, i, como usando únicamente esta vocal entre medias de palabras.
Lo primero que te diría, Laura, es que tampoco es tan grave. Quitémosle dramatismo. No estás matando a nadie. Luego, reconocer que puede ser molesto escucharte, a veces. Yo diría que tienes un gran y permanente deseo de agradar, de ser útil, servicial. También de parecer una persona interesante, inteligente, activa, o al menos de no decepcionar en estos parámetros. Ante esto debes relajarte y dejar algo más que los demás piensen lo que quieran de ti. Te precipitas para rellenar los huecos de tus dudas, que son legítimas. Permítete no saber, no disponer de respuesta inmediata, no estar dando soluciones a todo lo que te plantean, no aparentar un velocidad mental que no siempre se tiene. Fíjate en ti misma cuando estás más relajada: seguramente cuando hablas con un niño pequeño, ante el que no tengas que dar ninguna imagen de ti, no te atascas con estas muletillas.

'La verdad es que...'
R.G. comenta: Me gustaría realizar una consulta sobre algunos –a mi juicio- errores gramaticales que se están produciendo a diario entre profesionales de la palabra, periodistas y presentadores de programas de radio/televisión. No sé si son ciertamente muletillas o simplemente errores. Son los siguientes:      1.- “Lo cierto y verdad es que...” Francamente me parece una pedantería innecesaria. Se dice “lo cierto es que...” o “la verdad es que...”      2.- “De modo y manera que...” Exactamente como lo anterior.      3.- “Nada más y nada menos que...” Error muy corriente entre los mencionados profesionales de la palabra. Se dice “nada más que...” para minimizar algo. Por ejemplo: “Me costó nada más que unos céntimos. Y se dice “nada menos que...” para maximizar algo o a alguien. Por ejemplo: “El acto fue presidido nada menos que por el Rey”.
Como muletilla, para mí, sólo reconozco una. La oigo casi siempre que habla un futbolista, por ejemplo, al inicio prácticamente de todas sus frases. Les preguntan algo y responden: “La verdad es que…” También a mí me ha llamado la atención. Quizá es porque, como todos sabemos, los futbolistas nunca dicen la verdad de lo que piensan, y para salir del paso utilizan todos los mismos tópicos: lo importante es el equipo, el que tiene que tomar las decisiones es el “míster”, hemos luchado pero no hemos tenido suerte… Está claro que la disciplina del vestuario y el hecho de estar supeditados a las decisiones del “míster” les impide ser sinceros. O bien es que la mayoría de ellos tiene un encefalograma plano. Pero es curioso, porque un jugador de baloncesto, por ejemplo, parece siempre bastante más comunicativo y más comprometido con lo que piensa. También se oye mucho en presentadores, comentaristas y público en general, siempre cuando son cuestionados en algún medio de comunicación, y resulta insoportable.

'Como que'
Daniel P. me dice: Es común hoy en día utilizar una forma comparativa para expresar algo. “Es como que llueve para comentar que está lloviendo. Venía caminando hacia tu casa cuando tropecé con una baldosa floja y “es como que perdí el equilibrio , “ como que me caíEn fin, da la sensación que nada es lo que es, todo es “como queAgradecería su análisis y opinión.
Daniel, te reenvío a la página principal de este blog, donde subí ya hace tiempo un pequeño análisis de la muletilla que solicitas. Está aquí: http://muletillas-mendo.blogspot.com.es/2007/07/b-hasta-qu-punto-lo-dice.html

'Y dele' 
Gladys S. quiere saber si 'dele' es una muletilla. Y pone este ejemplo: "Y dele con preparar ensalada de beterraga."
En España utilizamos la expresión '¡Y dale!' o '¡Y dale con... (lo que sea)!' Me imagino que es equivalente al 'dele', utilizando aquí el tratamiento de usted, que es tan corriente en muchos países latinoamericanos. Como fórmula de protesta es sumamente castiza y popular. Desde luego requiere cierto grado de familiaridad, y a veces demuestra que ésta está en exceso. Un uso repetitivo (que es lo que lo convertiría en muletilla) seguramente tiene que ver con aquello de "Donde hay confianza da asco" --un refrán patatero como la mayoría de los refranes castellanos, que debería cambiarse por "Donde hay exceso de confianza da asco". Es decir, no parece que haya demasiado clima de respeto en la relación. Si alguien la utiliza mucho, es un protestón, sin duda. Todo le molesta. No da la sensación de que tenga suficiente autoridad para prohibirlo, pero se queja, refunfuñea, regaña. Nada le parece bien. Pero seguramente al final se comerá  la ensalada de beterraga. (Por cierto, no sé lo que es la beterraga.)

  'Más que nada' 
Fernando L. M., de Puebla, México: Me gustaría que hiciera un análisis de la muletilla "Más que nada". Por ejemplo, en el lugar donde trabajé. El jefe la utiliza para iniciar prácticamente cualquier oración  y su uso se contagió a casi todo el departamento. "Buenas tardes, le hablamos del área de mantenimiento de la compañía de televisión por cable. El motivo de esta llamada es MÁS QUE NADA para corroborar que su servicio ya está reestablecido." O, por ejemplo: "Hay que generar los folios de inventario MÁS QUE NADA para que los técnicos puedan salir temprano a laborar". En fin...
Curiosa e interesante la muletilla, que aquí en España también se usa. Yo pienso que es una manera de quitarle formalidad a lo que se dice (a lo que se pide, se ordena, se afirma…), como para hacerlo más suave, más personal, más cotidiano. A las órdenes les quita autoritarismo (o lo disfraza), a las peticiones de información las hace menos intransigentes, a las afirmaciones les quita rotundidad. El jefe que la utiliza piensa que el mandato resulta demasiado seco sin ella “Hay que (hacer tal cosa) para…”, y le añade una especie de coletilla de relleno, un poco en busca de complicidad. Es como si estuviera diciendo: Hay que hacer tal cosa, pero no porque lo ordene yo, sino porque hay razones que lo justifican. O también: Si piensas que puede haber dudas acerca del porqué o de los porqués de la petición, razona un poco, hombre, la más importante es la que te estoy explicando yo.
El ejemplo de la llamada de mantenimiento es gracioso porque el  “más que nada” da pie para que el receptor piense que el motivo de la llamada podría ser algún otro: darle los buenos días, preguntarle por la salud de su esposa…


'¿Eh?'
Mila B. pregunta: Querría saber cómo denominar el sentido que la interjección "¿eh?" tiene en contextos como los siguientes, que no son de pregunta porque se ha entendido perfectamente, sino de "volver al discurso", frente al "eh" de advertencia y el de llamada de atención:   -- No te lo esperabas, ¿verdad?  --¿Eh?, pues la verdad es que no.
Hacerse el sordo es un truco tan viejo como la humanidad para ganar tiempo y prepararse para reaccionar. En este caso se trata de "micro-sordera", podríamos decir, o de una sordera que no es tan fuerte como para que al sujeto le tengan que repetir la frase entera. Hay personas que lo tienen como hábito, que responden automáticamente a todo con ese preámbulo de interrogación, como si todas las cuestiones que les planteasen les encontraran distraídos, absortos en su mundo personal, aunque en realidad uno puede pensar que son gente que no quieren que nada les pille por sorpresa. Sí, como se dice popularmente, tienen tendencia a "hacerse de rogar". Y un puntito de engreimiento. Se detecta, por tanto, cierta falta de entrega, de pasión, de interés hacia el que le habla. Quizá aparente. Como si, en pequeñas dosis, a estas personas les molestase "salir de su mundo" para tener que atender a las nimiedades que exige el mundo de la cotidiana realidad. También, sibilinamente, están haciendo patente que, en efecto, lo que se les pregunta o dice les pilla por sorpresa, asumiendo esa cierta estupefacción del '¿Eh?' como una demostración de que el tema era tan poco importante (o vital) para ellos que no se les había ocurrido pensarlo antes. Y a lo mejor es solo una pose.

'Definitivamente'
P.T.M. me escribe. Estimado Miguel Ángel Mendo: Escucho a una persona que cuando expone siempre dice la muletilla: "definitivamente" ¿Podrías decirme su análisis psicolinguístico? Gracias.
Suena como si aquello de lo que se habla ya hubiera sido suficientemente elaborado mentalmente con anterioridad por el hablante en cónclave consigo mismo, y más aún, resuelto de una vez por todas, por lo que desanima al que le escucha a que haga el esfuerzo de ni siquiera planteárselo. Quien emplea mucho esta expresión parece alguien que confía excesivamente en su propia capacidad de análisis y/o desestima la de los demás. O es muy pretencioso o detenta cierta autoridad. Para él, pronunciada su sentencia, los casos quedan siempre cerrados.


'Por eso'
Esperanza P. M. dice: Mi jefe repite incansablemente "por eso". Qué significa.
Otra persona que quiere saber cómo es su jefe. Pues bien, algo diré, pero desde luego sin afán de retratar a alguien que no conozco en absoluto. Como consideración general. A diferencia de la jefa de Vilma (ver más abajo), este tuyo parece algo más paternalista. También trata de dar las órdenes aliñadas con multitud de razonamientos y justificaciones (si es verdad que dice tanto 'por eso'), pero el tono aquí parece más casero, más familiar, menos distante. 'Por eso' se le dice mucho a los niños, en plan afable, explicativo, pero, eso sí, desde la autoridad que se supone que da la edad y la experiencia. Para el niño tanto encadenamiento lógico de deducciones y certezas resulta un coñazo, un monólogo de reconvenciones aplastante, inapelable... O no, y al final se las salta todas a la torera. 

  'No sé qué te diga'
Guillermo M. me escribe: En Valladolid se suele decir: ‘no sé qué te diga’. Sería similar a ‘qué quieres que te diga’. Gracias y un saludo.
Había escuchado, e incluso utilizado, esta expresión, y la verdad es que me gusta, a pesar de que su estructura sintáctica deja mucho que desear. Me parece más transparente que ‘qué quieres que te diga’, porque refleja más sinceramente ese cierto tono de humildad bien entendida del que no sabe (o no contesta porque no quiere). Sobre esta última, me ratifico en lo dicho en la página principal de este blog, tanto en su variante como introducción a un "ahora va a cantar la gallina", como en la filosóficamente cínica emparentada a 'ea'.  Muy a propósito viene el chiste de ese argentino, o mexicano, o venezolano, o, en fin, hispano, al que llamaban "el gallo", al que le pregunta uno: "¿Y a vos por qué te llaman "el gallo"?" A lo que él responde: "Y... ¿quí quirís qui ti diga?" 


'En definitiva', 'obviamente', 'sin lugar a discusión'
Vilma me escribe: Tengo mucho interés en analizar qué es lo que realmente le está pasando a una persona que en una exposición en las reuniones semanales frente a su grupo de trabajo (aprox. una hora) repite más de 40 veces la frase "en definitiva". Otras tantas "obviamente", y remata con: "sin lugar a discusión". Y luego Vilma añade, dramáticamente: Ufffff, piensa que es mi jefa.
Bueno, Vilma, imaginarás que tengo que tener mucho cuidado con lo que te diga, siendo tu consulta una especie de demanda de valoración psicológica de alguien que no conozco, ¡y que además es tu jefa! Lo cierto es que, aunque soy psicólogo clínico y me dedico profesionalmente a ello desde hace más de treinta años, este blog no pretende analizar la personalidad o el carácter de nadie, y menos a partir de sus muletillas. Es simplemente un divertimento, una serie de reflexiones generales sobre los modos de hablar que pretendo que sean entretenidas e incluso divertidas, pero que desde luego no quieren constituirse en ningún test psicológico. Dicho esto, puedo imaginarme que una persona que dice más de 40 veces en una hora 'en definitiva', o bien tiene una mente pedagógica muy poderosa, y trata constantemente de resumir lo dicho utilizando otras palabras y nuevos razonamientos, siempre desde el plano moral superior del profesor que se dirige a sus alumnos, o bien no está demasiado segura de haberse sabido explicar adecuadamente y utiliza esa prestigiosa coletilla para poder decir lo mismo de otra manera. Además, la expresión es bastante tajante, resolutiva, indiscutible, o sea, como la propia coletilla afirma, "definitiva". En tu caso me parece que te vale la opción segunda.  'Obviamente' es otra coletilla que se utiliza para armarse de cierto prestigio. Ambas le dan un tono de superioridad "científica" a lo que se dice. Lo que sea que siga a 'obviamente' se supone que estará cargado de  una lógica aplastante y será, por lo tanto, indiscutible, algo más que evidente para todo el que no sea un débil mental, para el que tenga más de dos dedos de frente, algo obvio, inapelable. Lo cual queda refrendado por la tercera muletilla que utiliza, que es ya directamente 'sin lugar a discusión'.  Todo lo cual nos da la imagen de una persona que teme las opiniones de los demás, que rechaza coloquios, intercambio de puntos de vista, que teme las confrontaciones. La suma de las tres muletillas parece dar como resultado un carácter un tanto autoritario.


'Mmm...', 'ey', 'ajá...'
Me escribe Javier V.: Quisiera, si es posible, que comentaras acerca del tipo de muletillas que generalmente son sonidos o expresiones cortas, como: mmm…, ey o ei, ajá, etc. La verdad, no sé exactamente cómo se escriben, pero un ejemplo sería cuando queremos decir sí (como respuesta) y usamos estos sonidos.
Es difícil establecer posibles rasgos comunes de las personas que utilizan ABUNDANTEMENTE este tipo de muletillas que citas. Porque hasta ahora me he estado fijando más en qué es lo que comunica la muletilla atendiendo a su significado, y este tipo de apoyaturas verbales por el que preguntas se caracteriza por su brevedad y por no disponer de valor conceptual y es, además, demasiado variado (aunque me parece un tema muy interesante).
En principio se podría hablar de laconismo. Lacónico, según el Diccionario de Uso del Español de María Moliner: “se aplica a la persona que, por inclinación habitual o en cierta ocasión, dice las cosas hablando poco”. Palabra curiosa, porque los laconios, o espartanos, al parecer se distinguían por su extrema sobriedad, y de ahí procede el término, vigente aún veintiséis siglos después. Las personas lacónicas suele ser o tímidas o excesivamente diplomáticas. Si es timidez, no hay mucho más que decir. Poca confianza en sí mismo en determinados ámbitos. Si es diplomacia, pues también está definido el personaje, más o menos y en rasgos generales: prefiere no pillarse los dedos afirmando o negando algo y se decanta por la ambigüedad. Pero también puede haber mucha sabiduría en ello, porque tener que estar adhiriéndose o rechazando apasionadamente la mayoría de las propuestas que nos hacen suele ser una estupidez (y porque ya sabemos que todo es relativo), o igualmente puede ser un rasgo de tibieza y falta de carácter. Hay que conocer más a la persona en todo caso. 

'Como ya te he dicho (o comenté)' - 'Ya te comenté que...'
Manuel Ángel P. V. me pide analizar estas muletillas, cuando su uso es reiterado con muchas personas.
Eso es guardarse las espaldas. El que repite este tipo de frases con asiduidad asegura que ya había tratado el tema en cuestión previamente (lo cual puede ser cierto o no). En todo caso el sujeto da la sensación, o al menos quiere aparentar, que lo lleva todo muy bien apuntado en su agenda, que es alguien organizado al que no se le escapa ni una. Al mismo tiempo también deja caer que te respeta como interlocutor, que te ha tenido en cuenta, que sigue la pista a las conversaciones que ha mantenido contigo. Diplomático, desde luego.
No es lo mismo el “ya te he dicho” que el “ya te comenté”. El primero puede resultar más autoritario, más autorreferencial, con connotaciones de superioridad en la cadena de mando (aunque no exista ésta formalmente). Y, si no pretende establecer un punto de superioridad, hay exhibición de temple individual, de reafirmación. Un poco más y podría llegar a “ya había decidido que”. Parece, desde luego (y este es un matiz importante) una frase preparatoria para negar o rechazar algo.
El ‘como’ rebaja un poco la tensión y lo hace más didáctico, explicativo, casi condescendiente, sin perder un ápice de preeminencia y de negación. Pero también es decisivo.
Ya te he dicho que no pienso ir al cine con ellos.
Como ya te he dicho, a mí no me gusta el cine.
El “ya te comenté” o “como ya te comenté”, es más suave, pero no está exento de ciertos tintes de superioridad moral o intelectual. Entraría (así como el anterior) en el apartado de lo que yo he dado en llamar “Muletillas de las mentes superiores”, tomando, claro está, el nombre de dicha categoría con ironía. El verbo ‘comentar’ es más de colegueo, que es la forma juvenil de llamar al compadreo. Uno comenta cosas con personas cercanas, con aquellos con los que mantiene cierta intimidad, no exenta de secretismo a veces, y fundamentalmente en el círculo profesional. Profesional (o de cierto nivel intelectual) sobre todo porque el verbo no es de uso tan popular. Hay cierta posible condescendencia en todo ello, porque el que así habla parece que está  accediendo a transmitirTE alguna información reservada. Y no de buen pronóstico, por cierto.
Como te comenté, hay personas que no ven bien que hoy te vayas al cine.
Pero en todo caso, como decía al principio, ambos sirven para guardarse las espaldas. “Eso ya estaba hablado”. “Y decidido”. Una parte de las posibles argumentaciones y controversias que pudieran surgir se dan ya por zanjadas. También sirve para transmitir que, tras la maduración en su cabeza, con el paso de los días, meses o años (según las circunstancias), sus reflexiones y/o decisiones no han cambiado. O sea, que no va a ser posible. Vamos, que no.

'Este...'
El Licenciado I. D. me escribe: Quisiera saber qué significado tiene la muletilla "ESTE". Ejemplo: “Soy estudiante... esteeee... de la universidad central… esteee… y vivo en Venezuela... esteee...”
Archifamosa la muletilla de marras, aquí en España no la usamos más que para caricaturizar a los argentinos o uruguayos. No sabía que se utilizase en Venezuela.
Nosotros, en el colegio, decíamos mucho ‘estoooo…’ al decir la lección al profe; cuando no nos la sabíamos, claro. Era una manera muy torpe de ganar tiempo, de no quedarte callado como un muerto y de aparentar que estás concentrándote o recordando los afluentes del Ebro por la derecha, cuando se está viendo a las claras que no tienes N. P. I. (Ni Pajolera Idea, para decirlo suavemente). El suspenso estaba prácticamente asegurado.
Si, siendo adulto, alguien emplease mucho el ‘estoooo…’, denotaría, aquí en España, un nerviosismo y una inseguridad casi patológica. Como si, ya a sus añitos, aún se sintiese como teniendo que decir una lección que no se sabe a una autoridad que puede mandarle al pupitre con un cero en la cartilla. La evitamos a toda costa, porque sabemos que transmite un titubeo y una incapacidad demasiado evidente ante cualquier auditorio, a más de impotencia y sometimiento. Su uso ocasional, como siempre digo, no significa nada más que momentánea falta de memoria. ¿Se puede aplicar el mismo análisis al ‘este…’ latinoamericano? Yo creo que no, al menos de un modo tan contundente. Pero, desde luego, ambas muletillas son primas hermanas. De todas formas, no me siento autorizado para afirmar tanto. Habría que saber si ustedes, allá, también decían mucho ‘este…’ cuando no se sabían la lección.
* También me pide que hable sobre la susodicha muletilla la Lic. L. B. desde México. ¡Parece una plaga!

'Hazme caso'
Jose me dice: 'Hazme caso' se dice mucho cuando te estan afirmando algo, por ejemplo: -Esta noche me enrollo con una tia, hazme caso. -Tómate esto que te quita el dolor de cabeza, hazme caso. Algo parecido a como terminar la frase con el típico: 'en serio'. Y dice que es típica de Málaga.
Así, a primera vista, parece un latiguillo para darle importancia a algo que uno afirma, sin más. Es como solicitar la atención del oyente para, como comentas tú, Jose, convencerle de que lo que se dice va "en serio". Que no es una broma. Es, desde luego, interesante ver por qué se utiliza una muletilla mucho en una zona. Se trata de algo sociológico, sin duda, pues las modas también indican actitudes grupales. Pero a mí me interesa más la parte psicológica individual. Si alguien emplea exageradamente esta muletilla yo creo que está transmitiendo que habitualmente percibe que no se le hace mucho caso a lo que dice, o que está constantemente hablando de broma. Quizá en esto último esté la clave, incluso en el aspecto sociológico. Se tiende a transmitir cosas un poco sin ton ni son, "a tontas y a locas", que se dice en español, quizá para caer bien, o para animar el cotarro sin implicarse demasiado. Conversaciones futiles. Es un poco el signo de nuestro tiempo: nadie se moja demasiado. Y, para distinguir cuando alguien está realmente afirmando algo (aunque puede que sea banal), necesita añadir el 'hazme caso'. 


Mentes superiores
Un anónimo me pregunta desde ArgentinaTengo curiosidad por saber si inventaste la denominación: “muletillas para mentes superiores”, o “…mentes inferiores”, o es una clasificación de algo psicoanalítico, como puede ser la denominación “complejo de superioridad” o “complejo de inferioridad”. Si no es invento, ¿me podrías dar la referencia?
No, no son términos psicológicos, ni relacionados con complejos de ningún tipo. Son clasificaciones irónicas mías, porque puede que, de alguna manera, los que utilizan determinadas muletillas se sientan en ese momento "superiores" o "inferiores" con respecto al que escucha. Pero es a niveles muy pequeños, insignificantes, por lo general. Nada patológico, desde luego. De hecho, no creo en "mentes superiores" o "inferiores". Ni siquiera el coeficiente intelectual serviría para clasificar a las personas en este tipo de categorías, porque hay muchas otras variables (intuición, creatividad, capacidad de empatía, etc, etc,) que no son tan fáciles de medir y que pueden ser tan importantes o más que la inteligencia. Y además, hay muchos tipos de inteligencia (verbal, de cálculo, espacial, etc...). En fin, espero que esto te sirva.

15 comentarios:

  1. Gracias por tu respuesta a mi pregunta... Te doy
    las gracias un poco tarde pero seguro. Despues de
    varios intentos y llenar formas de Google ya me es
    posible comentar. Felicidades por tu Blog!

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  2. excelente, quede fascinada y quisiera aprender a hablar mejor mi hermoso idioma

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  3. Excelente las explicaciones, me gustaron mucho,felicidades!!!

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  4. Anónimo8/9/16 05:45

    "CIERTO" es una muletilla que yo utilizo todo el tiempo. De hecho ésta la utilizan mucho; en especial los profes de U...

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  5. El uso de 'No?' en las frases de una conversación, tiene alguna connotación?

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    1. Hay una entrada en este blog dedicada a ese '¿No?' por el que preguntas.

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  6. ¡Hola Miguel Ángel! ¡Muchas gracias por compartir tu conocimiento con nosotros!

    ¿Podrías decirnos algo sobre esta muletilla?: '¿está bien?'.

    Como por ejemplo, en esta frase:

    'Primero iré al mercado, ¿está bien?, y luego podemos quedar juntos, ¿está bien?'

    O aquí: 'Estate tranquilo, ¿está bien? Yo luego te llamo'

    Normalmente la persona a la que se lo escucho decir abrevia la frase por un '¿tá bien?', al ser de Sudamérica.

    Lo repite mucho, solo en frases cuando tiene una conversación de tú a tú, no en conversaciones entre varias personas.

    ¡Muchas gracias de nuevo Miguel Ángel!

    Emilio

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  7. P.D.: por cierto, el tono de la muletilla (¿'tá bien'?) no es agresivo, sino más bien firme y dulce normalmente, otras veces solo más serio, reafirmando.

    ¡Muchas gracias!

    Emilio

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  8. Se le puede llamar muletilla?? Cuando una persona dice;
    Mire que fuí a la tienda *verdad*?? Y me gustaron unos vestidos muy bellos *verdad*? Y los compré

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  9. Se le puede llamar muletilla?? Cuando una persona dice;
    Mire que fuí a la tienda *verdad*?? Y me gustaron unos vestidos muy bellos *verdad*? Y los compré

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    1. Clara y descaradamente, aún más que todas las demás muletillas, es una pausa para pensar en qué se va a decir a continuación, y sobre todo en cómo se va a decir. No le veo otra intención.

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  10. me encantó leer este espacio, muchas gracias!!
    me gustaría preguntar sobre el relleno"esto, aquello, lo otro..."
    Por ejemplo:
    - fui al super y hasta que compré, pagué, llegué a mi casa, esto, aquello y lo otro se me hizo tarde.
    - tengo que leer, conectar, explicar los hechos, ésto, aquello, lo otro.
    - caminé, tomé agua, me fui a duchar y agarré el jabón, la toalla, esto, aquello, lo otro.

    Me exige paciencia, ya que encima del detalle exagerado de pasos obvios, se agrega esa muletilla larguísima!

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  11. Ahora estoy escuchando muy a menudo eso de "y tal y tal y Pascual"... que me parece tan infantil que hasta me hace gracia. Bueno, es una manera de dar por supuesto que entiendes el fárrago de asuntos y temas en los que has estado ocupado, o la cantidad de cosas que se suceden con determinada gestión y que se supone que puedes imaginar, sin entrar en detalles. A veces, por lo tanto, puede ser muy de agradecer. Por lo de resumir.

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  12. se podría erradicar la insoportable muletilla TOTALMENTE

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  13. Tema complejo. Muy extendido. A mi modo de ver no es solo cuestión de falta de recursos lingüísticos, que lo es seguramente, sino también de impulsividad. De falta de control mental: nuestros pensamientos, atropellados, se convierten en palabras de forma automática. Pareciera que no podemos detenernos a pensar qué queremos decir. Y podemos hacerlo perfectamente. Al tiempo, el control sobre el debate también influye: hay que ocupar el discurso, que los demás escuchen nuestras razones. Tema diferente será nuestra capacidad de escucha de los otros. A veces parece que hay que rellenar con palabras el tiempo. Hablar bien no es emplear palabras rebuscadas y/o sin contenido, es emplear la máxima concisión para decir lo que queremos decir. Contenido, sencillez y pocas palabras. Claro, ello nos exige inevitablemente pensar antes.

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