Como el que no quiere la cosa

Ésta sí que es elaborada. Una frase entera para generar una imagen externa, acabada, que hace referencia al talante de un sujeto anónimo distinto de aquél del que se habla (que puede ser el propio hablante, si está narrando algo en primera persona). Y se trata de un talante de ligereza y fluidez o de descaro (a veces se confunden ambas cosas). La frase describe muy bien ese tipo de logro o realización de un deseo que se consigue con suma facilidad, porque se actúa “como si no se deseara la cosa”, inteligente manera de evitar la obsesión, que todo lo entorpece. Si se emplea de forma exagerada más bien denota desfachatez y bribonería.

Y, como el que no quiere la cosa, me la llevé al cine.

“Pero, sin que el viajero haya podido darse cuenta, el viejo le ha devuelto la respuesta por pasiva, en el mejor estilo acostumbrado por el Mino, y, como quien no quiere la cosa, ahora es él el que pregunta.”
[Julio Llamazares. El río del olvido, 1990]

2 comentarios:

  1. Vaya por delante mi felicitación por este excelente blog...
    Dicho lo dicho, o escrito lo escrito, no sería honesto por mi parte decir que estoy de acuerdo en todo, ¿sabes?, porque la frescura de usar muletillas, muletonas y muletazas, me parece parte de nuestra idiosincrasia celtíbera, y no sería lo mismo si tuviéramos que hablar siempre con tal seguridad en nosotros mismos, que no pudiéramos jugar a equivocarnos, a decirnos y a desdecirnos, si hubiere menester... (Digo... perdón, ah, no, digo: bien digo...) si hubiera o hubiese menester. Bueno, sólo he leído la entrada de “como el que no quiere la cosa” y esta de “las mentes superiores”, y la verdad es que me han hecho gracia. Richard Bach decía, o escribía, en “Ilusiones” “enseñamos mejor aquello que necesitamos aprender”, y paradójicamente, nos pasa a todos aquello de que “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”... “meee... entienden, ¿no?” (como dirían Les Luthiers...) En fin, como escribiría Reverte, “con ánimo de ofender”... aunque la verdad sea dicha, y esto también, de verdad, con ánimo de animar, y de reconocer tu labor llenando un vacío que de otra forma lo llenarían “estoquillas” “pitonillos”, “monterillas” y otros elementillos taurinos que nada tienen que ver en un mundo donde los verdecillos progresan con sus campañillas... Un saludo cordial, en cualquier caso, ¿o no?
    John McDove

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    1. Estoy muy de acuerdo contigo. No pretendo que nadie hable como escribe, ni menos aún como escribe un novelista consagrado. Tienen gracia las muletillas, son expresivas y a todos nos sirven de vez en cuando, a mí el primero... si no son reiterativas hasta la saciedad. Tanto porque alguna la use mucho una persona, como porque se haya puesto de moda y se utilice masivamente como sustitutivo de una expresión más profunda y personal.
      En cualquiera de los dos casos, y solo en esos dos casos, creo que no viene mal un intento (irónico, literario y nada científico, por supuesto) de análisis e incluso de desenmascaramiento.

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